lunes, 11 de octubre de 2010

Ley de Medios

Hace un tiempo alguien me dijo: “El sarcedocio es un periodismo”. Tuve que pensar mucho la frase para entender que era lo que me habían querido decir. Me di cuenta del sentido cuando estalló el conflicto en torno a la Ley de Servicios Audiovisuales, o Ley de Medios.
Hace un año en la mayoría de las casas era un hecho cotidiano levantarse a la mañana para ir a trabajar o estudiar, cebarse unos mates, prender la tele y poner TN, más que nada para saber la temperatura, escuchar a nuestro oráculo del tiempo (Confessore) y ponernos en contacto con el mundo que nos rodea. TN era el vínculo con la realidad, vínculo por otro lado no cuestionado. Todo lo que recibíamos a través de la pantalla era así, ¿Cómo nos iba a mentir el canal de noticias más visto de la Argentina? Nadie dudaba de su palabra.
Hoy las cosas han cambiado. ¿Por qué? Bueno, porque desde hace un año se aprobó en el congreso la Ley de Medios, que tiene por objetivo fundamental democratizar la palabra, es decir, que cualquiera que tenga una opinión tenga derecho a difundirla, a acceder a un espacio de comunicación desde el que su voz pueda ser oída, sin embargo está ley, aún hoy no está en plena vigencia, gracias a la proliferación de medidas cautelares, que parecen estar tan de moda como el reggaeton...
Los medios hegemónicos no quieren compartir el éter desde el cual una voz y una línea de opinión única nos dibuja la realidad, no quieren perder el dominio de la información, ni quieren que cualquiera tenga derecho a opinar, porque si cualquiera puede decir cualquier cosa, y además ser escuchado, el negocio de la información deja de ser un negocio y pasa a ser un bien público.
Sin embargo, los medios en su encarnizada lucha por seguir siendo hegemónicos y por destruir la ley de medios, nos han mostrado una faceta que antes no conocíamos, hoy sabemos que TN puede mentir, o peor aún, puede mostrar una realidad totalmente deformada, sabemos que los multimedios tienen un pasado oscuro del que, por lo menos, podemos dudar. Eso ya es una victoria, que todos nos empecemos a animar a pensar por nosotros mismos, a sacar conclusiones a discutir una verdad que antes era absoluta. Sin embargo esto no es suficiente, debemos seguir peleando para que esta Ley entre en vigencia completamente, para que esto que es hoy una posibilidad sea una realidad para todos.
Por eso acá me tienen, dispuesta a seguir peleando para que el periodismo vuelva a ser un sacerdocio a favor de la comunicación en la que todos formemos parte, una comunicación democrática.
Después de todo, y como no nos cansamos de repetir los que hacemos esto ¿Qué tan difícil puede ser?...

Mavi Mallo 
[Desde la bolsa de gatos]

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